En anteriores ocasiones, ya había hablado de los nudibranquios; pero esta vez comentaré de uno en especial, el Glaucus atlanticus, una especie de babosa marina.

Este colorido amiguito habita en la zona pelágica de aguas templadas y tropicales, flota boca abajo sobre la superficie del océano; al este y la costa sur de Sudáfrica, en aguas europeas y por la costa este de Australia y Mozambique.

Mide de 5 a 8 cm. de largo, mas se ha encontrado un ejemplar que llegó a medir 40 cm. Su parte dorsal está pigmentada de color azul plateado y azul pálido. De su cuerpo se desprenden seis apéndices que se ramifican en rayos y cuenta con dientes muy afilados.

Aunque parezca increíble esta babosa depreda a los pelágicos mayores a su tamaño, entre ellos están: la Carabela portuguesa (Physalia physalis), la Velella velella, la Porpita porpita y la Janthina janthina. Si bien sabemos que muchos de éstos son venenosos, la Glaucus atlanticus es inmune a su veneno.

Como todos los nudibranquios esta especie es hermafrodita, lo único que cambia es su apareamiento, el cual ocurre en la parte ventral.